Adviento y Navidad
Raúl nos cuenta cómo se ve alterada la vida en el seminario cuando se acercan estos días tan especiales.
Cada año, en torno al mes de diciembre, toda la iglesia empieza a prepararse para celebrar una de las fechas más señaladas del año, la Santa Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, es decir, comienza el tiempo del Adviento, siendo uno de los símbolos más característicos la corona de adviento, donde cada domingo de este tiempo se enciende una vela como símbolo de que cada vez está más cerca la venida del Salvador.
Son fechas de despertar, de ponernos alerta y estar en vela, como nos repiten tanto las lecturas de este tiempo tan importante como es el Adviento. Es tiempo de romper nuestras burbujas en las que estamos inmersos, poniéndonos así en camino para salir a su encuentro. Es un tiempo donde se debe de aumentar y poner en práctica la oración, el ayuno y la caridad, siempre en actitud de vigilante espera. Y es de esta manera como debemos de adentrarnos en el misterio de la Navidad.
De esta manera, es como también celebramos los seminaristas este tiempo de gracia, el Adviento, aumentado nuestros deseos más íntimos de adentrarnos en su amor divino, contemplarlo, adorarlo y hacernos semejantes a Él.
Este Adviento, los seminaristas de Almería lo comenzamos en uno de nuestros pueblos de la diócesis, llamado Cantoria, y celebrando en el Valle del Almanzora una campaña del Seminario. Dicha campaña consistió en la celebración de la Santa Misa en la Primera Víspera del Primer Domingo de Adviento en la parroquia de Cantoria y a continuación hubo una Vigilia Vocacional, y por último un ágape donde poder compartir la experiencia de nuestros seminaristas con las personas del pueblo. Al día siguiente, nuestros seminaristas se dividieron y fueron al Santuario del Saliente (Albox), Zurgena, Huércal Overa, Cantoria y Purchena.
"El tiempo de Adviento es momento de preparación para la llegada del Redentor y unos días de alegría porque Dios quiso hacerse hombre para nuestra salvación"
Además, celebramos en nuestras parroquias y pueblos nativos el día de la patrona de España, el día 8 de diciembre, con sus respectivas vigilias y misas en honor a la Inmaculada Concepción de la Virgen María, concluyendo esos días de fiesta acompañando el día 9 de diciembre a dos hermanos de Murcia que se ordenaron diáconos.
También, en este tiempo de gracia y bendición, hemos tenido la alegría de la ordenación de un nuevo presbítero, Jesús Rico Domene, el día 16 de diciembre, donde pudimos compartir ese gran regalo junto a nuestros hermanos de la Diócesis de Murcia que nos acogen en su casa de formación.
En nuestro día a día, también se ha visto trastocado nuestro horario. De lunes a viernes, desde las 6:50 hasta las 7:20, tenemos exposición del Santísimo con la propuesta de meditar la segunda carta encíclica del Papa Benedicto XVI, llamada: "Spe salvi", es decir, "Salvados en la esperanza".
También se han visto afectado en nuestro calendario los miércoles porque por la tarde volvíamos a tener exposición del Santísimo con meditación por parte del padre espiritual del seminario, quedándose expuesto toda la tarde y haciendo turnos los seminaristas de media hora hasta el momento del rezo de la vísperas y la reserva.
Por último, también celebramos una de las misas típicas de este tiempo, la misa "Rorate coeli" y en la última semana, coincidiendo con las típicas misas de gozo, un grupo de seminaristas despertaban al resto con villancicos en torno a las 7 de la mañana, concluyendo estos días de gracia con un retiro el día 21 de diciembre impartido por don Cristóbal Sevilla, sacerdote de la diócesis de Cartagena, y con el tradicional canto de los villancicos por la ciudad de Murcia y la cena de Navidad el día 22 de diciembre.
En conclusión, el tiempo de Adviento es momento de preparación para la llegada del Redentor y unos días de alegría porque Dios quiso hacerse hombre para nuestra salvación.
Raúl Torregrosa Pardo
Seminarista
